domingo, 27 de enero de 2013

ALHAMA - SUBIDA A LA MUELA



Desde el aparcamiento del cementerio empezamos la ruta. Nuestra intención es subir a la Muela y mas exactamente llegar al mirador desde el que se puede apreciar las maravillosas vistas de Alhama y el Valle del Guadalentin. 
Panorámica de la Muela

Por la Avda. de A. Fuertes iniciamos la marcha, pronto giramos a la izquierda entre naves industriales solitarias, sólo ocupadas por sus fieles perros guardianes por lo festivo del día. A la derecha dejamos la calle Ermita Padre Manuel, un poco mas adelante tomamos la calle de nuestra derecha, a penas unos metros y a la izquierda tenemos una senda que en su inicio tiene grabado con pintura las marcas blanca y roja del GR.


En el cerro del Castillo

Estamos en el Cerro del Castillo, en el se encuentra el castillo de Alhama una construcción islámica de los siglos XI y XII, actualmente en reconstrucción. Lo rodeamos y a 1'6 kms de nuestra salida, el GR se desvía a la derecha, atravesamos una verja y por una pista encementada proseguimos.




Esta pista nos lleva a media altura al inicio de la Senda de la Cuesta del Salto, hemos recorrido 2'8 kms. y estamos ante la "única" dificultad de la ruta, la subida a la Muela. Tere, como siempre encabeza la subida.





La senda está perfectamente marcada, los que tengan vértigo aquí cuentan con protectoras barandillas de madera, el desnivel en algunos tramos se salva gracias a peldaños; bien de piedra o de madera. En prolongados zig zag nos vamos acercando al collado. 


Bajo la sombra de los pinos que nos encontramos en la ascensión, tomamos un poco de agua y con un caramelo endulzándonos la sequedad de la boca, llegamos a lo alto del collado.








El desnivel ha sido de un 12%, hemos subido algo más de 200 mts y 38 minutos.















Seguimos; ya por la pista hacia la izquierda, buscando las Casas de la Muela, lugar donde parece ser los lugareños iban a pagar el "rento".

La vieja casa de la Muela



Las vistas de Espuña, son expléndidas (Las Cunas-Peña Apartada, el Morrón de Totana, el de Alhama, Fte Alta, el Leiva, Carmona).


Espuña y sus cumbres
















Por un pequeño sendero perfectamente perfilado, vamos al mirador.

















El Valle del Guadalentin y Carrascoy
Aquí podemos ver el Valle del Guadalentin, Carrascoy, Almenara y por supuesto la población de Alhama.


Corazón en la piedra

Después de las consabidas fotos y sin muchas ganas, por lo tranquilo del lugar, emprendemos el regreso, esta vez por la pista que por debajo de las paredes de arenisca, nos conducirá casi en linea recta hasta la casa de la Garita, desde allí y por la avda. inicial llegamos al coche, después de recorrer 9'24 kms en 2'40 minutos.

La Casa de la Garita


  


miércoles, 23 de enero de 2013

RICOTE - SENDA DE LOS MORISCOS

Distancia Total: 7,221 kms
Tiempo en Movimiento: 2:33:06 h
Desnivel de Subida Acumulado: 315,49 m
Altura Máxima: 402,10 m
Ratio de Subida: 9,05 %
Desnivel de Bajada Acumulado: 349,39 m
Altura Mínima: 293,82 m
Ratio de Bajada: 10,67 %
Camino: Pista y senda
Dicicultad: Fácil
IBP: 38 HKG
_______________________________




La senda de los Moriscos










La primera salida del año, una sencilla para desentumecer las piernas después del parón de la Navidad. Se nos agregaron nuevos y entusiastas amigos al grupo que de forma habitual salimos todos los domingos. Ricote y sus alrededores es el punto elegido. La mañana era soleada y fresca pese a la hora (10'30 h.). Como cuando llega el autobús escolar al patio del colegio, nos bajamos de los coches y los consabidos saludos, presentaciones y besos entre los que era la primera vez que se veían  Pasada la euforia, había que equiparse; gorros, guantes, braga, bastones... , todos nos encaminamos dirección al mirador del Solvente con el estrecho de la Navela, un lugar en el que la espectacular vista del cortado de la piedra dejó a mas de uno extasiado.

Después de las consabidas fotos, continuamos por la senda, un pequeño repecho y nueva vista del río Segura atravesando el Solvente, nuevas fotos y a seguir en animada charla rodeados de una seca pinada. Empiezan los primeros calores por el esfuerzo y la ropa va desapareciendo en las mochilas o sujetas a la cadera. 

Con el Azud a sus pies
Y así llegamos a la tercera parada, para contemplar desde la altura en que nos encontrábamos la belleza del valle de Ricote, el remanso del Azud de Ojós a nuestros pies, Blanca, Abarán, Cieza, a nuestra izquierda; al frente las sierras de Ascoy, el Caramucel y la Pila. Muchas mas fotos sin importarnos demasiado el viento que en ocasiones con fuertes rachas hacía acto de presencia.
Seguimos caminando sin dejar de ver, ahora ya después de la agradable sorpresa, los detalles de las casas solariegas de principio del siglo pasado.
La senda sigue subiendo hasta que en un claro de los pinos, se ensancha para convertirse en pista. Aquí si la hubiésemos seguido hacia la derecha abríamos bajado hasta las primeras casas de la población de Blanca.
Por la izquierda y sin dejar de ascender seguimos nuestra marcha, el grupo compacto en animada charla; las piernas a algunos y en especial a nuestra amiga Tere, la llevan a encabezar la ruta.
A la pista le llega por la izquierda una senda que en sentido ascendente nos acorta el camino para por el Estrecho del Carreron; una estrecha garganta, presentarnos la verdosa huerta de Ricote.

En el Estrecho del Carreron
 Llegamos a la fuente y paramos para descansar y tomar el que quiere el consabido "almuerzo".
Tras una breve parada nos ponemos de nuevo en camino, esta vez entre algarrobos, limoneros y algún que otro almendro al que ya le están saliendo sus preciosas flores. Cruzamos para subir al lavadero de Los Molinos, que se llena con agua procedente de La Fuente Grande, un manantial de aguas templadas que una vez que abandona el lavadero riega los campos de la zona.
El lavadero de Los Molinos
Vamos bajando entre los huertos de los viejos limoneros, alfombrados por el vinagrillo en flor. Así llegamos hasta las ruinas de la ermita de Nuestra Señora de las Huertas, de la que sólo quedan los muros de la nave central, su construcción data del año 1.507, pero antes nos hemos "topado" con un gigantesco laurel, del que Santi se hace un precioso ramo con algunas de sus hojas.

Entre viejos limoneros
Un poco más y hemos acabado con nuestra primera y multitudinaria marcha, llegamos a Ricote.













Hemos recorrido unos 9 kms. en algo más de 2'30 h.

Nos despedimos con el propósito de estar en la próxima, si el tiempo y nuestros compromisos no nos lo impiden.